Prácticamente desconocidas en el mundo hispano hasta hace poco más de un año, las llamadas redes sociales de Internet, como facebook, son ya un fenómeno de masas y global.
En junio de 2008, seis meses después de abrirse la sucursal en castellano de Facebook, la red tenía 670.000 usuarios registrados. En octubre de ese año ya eran 1.370.000, y hoy son más de dos millones -y sumando- los adictos a este invento.
En las redes sociales cuantos más datos se den, más posibilidades hay de encontrar conocidos y personas afines a uno en la red. Pero también sabrá más el mundo de esa persona y, en consecuencia, más vulnerable será. En muchos sentidos, estar en Facebook significa estar localizable para cualquier persona que quiera localizarte, por los motivos que sean.
Varias contraseñas
"Si se siguen unas normas sencillas, como no publicar direcciones ni números de teléfono, ni por supuesto cuentas bancarias u horarios de trabajo, no tiene por qué haber ningún problema -aseguran desde la Unidad de Delitos Telemáticos de la Policía-. Las complicaciones más graves que estamos viendo vienen porque la gente no se conciencia de que tiene que diversificar sus contraseñas. Muchas personas tienen la misma clave de acceso en su móvil, en su tarjeta de crédito y en Facebook. Y esta última es bastante fácil de violar para un 'hacker".
"Algunos pensarán que restringir la configuración de Facebook limita la diversión, pero yo lo prefiero así, sabiendo que solo me van a encontrar quienes yo quiero que me encuentren", asegura Miguel Ángel Mata, abogado madrileño especializado en nuevas tecnologías.
Se puede estar en Facebook y conservar la intimidad. Solo hay que seguir algunas instrucciones.
Fuente: heraldo.es
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